sábado, 5 de abril de 2008

Nacemento

Un piringundin nacido en la punta diminuta de un bolígrafo se sentó en un acento esperando y contemplando el poético paisaje, por momentos veraniego y soleado de un hermoso y apropiado fondo celeste para estas ricas letras saladas. Desde su posición privilegiada salto hacia otro acento, cuando de pronto reconoció en las alturas, a contraluz de su sol artificial, el acercarse de la punta de aquel lápiz o bolígrafo donde tuvo nacemento; lo vio venir y concentrándose, juntando toda su capacidad de impulso, encogiéndose hasta parecerse a un punto para tomar potencia, salió a la carrera. Corrió sobre las ondulaciones de las demás letras y tras un potente salto , después de experimentar el vértigo de tal hazaña, se aferro en la punta de su creador confundiéndose con sus demás comunes , sabiendo que así viajaría hasta un nuevo paisaje, hacia una nueva aventura y tomaría vista en otro nuevo acento, y disfrutaría de otro fondo apropiado, tal vez un verde que interpretaria a la naturaleza o, despertaria las letras de atardecer en otro poema con la sutileza especial del acentoso referencial.
Atención no es que piringundín por ser piringundin, es decir, pequeñito, tenga cerebro de punta de bolígrafo ni mucho menos , no lo juzguen de antemano, es terrible perspicaz , muy inteligente y sobre todo culto, le pone que se yo a los escritos que habita, que los lectores se van gustosos, diciendo es la misma conversación pero con distinto gusto (disculpen que insista pero el gusto en esta vida es mas que una ocasión).