lunes, 9 de junio de 2008

paraguas multicolores



El suicidio fue premeditado aquel día de lluvia. Con el paraguas en mano se detuvo justo bajo el techo que da a la calle de la tintoreria, en la esquina de Talcahuano y viamonte.

Observó el lugar del foco vacío y, en un acto impulsivo, clavó la punta del paraguas ahí dentro. El regatón enchufó preciso y ajustado en la toma, ya no hubo tiempo para la vacilación. Un paso consumado

Al intante comenzó a sacar humo por la nariz y orejas y el paraguas se abria y cerraba frenéticamente mientras cambia de por lo menos 7 colores; el vigote descargaba algunas chispas parecidas a las que dispara saltarines un hogar y el piloto se encojia velozmente

Detrás del ventanal, observando la escena, Paco se engulle otro rabíolí con queso; el día seguirá su curso y ese montón de cenicitas que supieron ser el apesadumbrado Gastón se las llevará el viento como la borra del café la borra del tiempo,,

El paraguas lo recogió un perro. Buscará un nuevo dueño a quien aniquilar con su influencia los días de lluvia, de pensamiento pesado, de tristeza. Encontrará la victima y cuando eso ocurra lo guiará hacia el toldo aniquilador, una vez mas.